Me hace mucho ruido (por no decir que me molesta mucho) cuando a una persona autista le dicen que se le ve más «funcional» que antaño. ¿Qué se sugiere? ¿Qué antes no funcionaba? Mas bien, que funcionaba mal. Como una máquina defectuosa.
Decirle «funcional» a un neurodivergente es decirle «caray, te ves más cercano a nosotros»… pero no «normal». «Funcional» es más siniestro que «anormal» en la medida de que en nuestro idioma «funcional» se aplica a conceptos, cosas, síntomas, algo que cumpla una función, pero no a personas. Es un uso forzado de nuestro lenguaje puesto al servicio de la idea que las personas «funcionan para algo». Por eso que ser «funcional» no suena a lo mismo que ser «normal», son funcionales las cosas, no las personas.
Cuando la neurodiversidad proclama que nuestros cerebros funcionan de manera distinta y que ninguna es mejor que otra es acertado a condición que se subraye que no hablamos de una pretendida «funcionalidad» de la persona sino del procesamiento distinto del órgano que está ligado a cada tipo de mente.
Las personas no funcionamos, somos. Querer que uno equivalga a una función no es más que la reducción de cada ser a una mecánica donde o te ajustas o te sacan.Las personas autistas, las neurodivergentes, no son funcionales o no: son. Son y en ese sentido buscan un sentido justo a la manera como se expresan sus mentes, cuerpos y deseos.
Funcionan los objetos o no lo hacen y punto, y cuando no funcionan se dice que están descompuestas, o que habría algo que reparar. Coincido con el artículo las personas con una perspectiva neurodivergente muestran un ángulo de experiencias tan ricas, que no ve el neurotípico. Así que yo no veo nada que arreglar o afinar en dónde hay una persona, no una cosa. Gracias por tu artículo