Cuidar el lugar y la vida autistas.

Para este lunes no tendré un artículo. Es una costumbre iniciada como un rito lúdico: compartir mis motivos con los demás, como quien abre la mano y muestra, en la mano, el guijarro más bonito que pudo encontrar. Pero ha devenido un deber, un imperativo donde se entretejen preocupaciones similares a otras de compañeros autistas: ¿se decepcionarán de mí si no publico hoy?, ¿estoy dejando de ser solidario, de compartir?, ¿me he vuelto egoísta?, ¿estoy fallando nuevamente?, etc. Rumiaciones, congojas, frustraciones rememoradas: no estar a la altura, nunca estarlo. Spleen e Ideal.

Por supuesto, nada de ello es cierto objetivamente, y sería fácil salir del estado de ansiedad y de melancolía si no estuviéramos, como autistas, atravesados en nuestra subjetividad por un profundo sentido del deber, de la moral, y de un anhelo —trágico— de perfección, de nostalgia de lo Absoluto, del Paraíso Perdido. No una «utopía», porque esta palabra significa “ningún lugar”; una eutopía, el “buen lugar”, uno inabarcable, inalcanzable e imposiblemente autista.

Ante una humanidad tantas veces rechazada como la nuestra, es usual despreciarla, sentirla fallida e inacabada. Intentar, por todos los medios, remontar la herida, las heridas varias, y alcanzar el triunfo que nos valide a los ojos de todos. Además del deseo unánime de simetría, orden, patrón, detalles; además de la hiperempatía; de la exigencia y del deber.

Abrazar nuestra humanidad: tullida, discapacitada, imperfecta, distinta, irrepetible, digna, gloriosa… humana. Nuevamente, nacer a nosotros, maternar(nos), aceptarnos, cuidarnos y hacer lo que podamos. No le debemos nada a nadie, salvo nuestro mejor esfuerzo, una mirada compasiva a los demás, y, para nosotros, el respeto de nuestros límites: conocerlos, fijarlos.
Buscar el buen lugar y la vida buena, autistas.


Hoy no iba a hacer un texto. Y aquí está. Me abrazo, ¿te abrazas tú?

Por Ernesto Reaño

Hola a todos y todas, soy psicólogo y lingüista. Estudié psicología clínica en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Hice mi máster en Ciencias del Lenguaje por la Sorbonne Nouvelle Paris – III (Francia). Realicé especializaciones doctorales en la Universidad Autónoma de Madrid y la Université de Limoges. Hice mi doctorado en Ciencias del Lenguaje por la Université Sorbonne Nouvelle Paris - III (Francia). Desde el 2008 en que regresé al Perú, me a la investigación, dignóstico e intervención en Condiciones del Espectro Autista En el 2009 fundé el Equipo de Investigación y Trabajo en Autismo (EITA). Doy conferencias, seminarios y talleres en el Perú y en el extranjero y soy profesor universitario desde el 2006. En el 2007 escribí el libro “El retorno a la aldea. Neurodiversidad, autismo y electronalidad.” Fui invitado a la ONU el 2 de abril de 2019 en el marco del día mundial de concientización del autismo “Tecnologías de asistencia, participación activa” como ponente en el panel “Comunicación: un derecho humano”.

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